"La gravedad" de Vetusta Morla
Corre, que no te venza el ocaso.
Que no te descubra el sol vagando borracho.
Aprieta los dientes y corre, callándote la rabia.
Nadie querrá verte, cordero, en la puerta de su casa.
Corre, y si te cansas, consíguete unas alas
y álzate por encima de las tablas
que sostienen el absurdo teatrillo.
Que no te vean siquiera. Sabes que tu no eres,
como pretenden que seas, una atracción de circo.
¿Recuerdas? Una vez tuve un sueño.
En un llano ibas en pos de la dama
que, corriendo, perseguía el horizonte.
Dama blanca, pelo negro, vestido de viento.
Desde ese día sigues sus pasos
y no te importa dónde te lleven.
Corre, aunque te falte el aliento.
Corre, por encima de las vidas.
Corre, por encima de los hombres.
No te pares. Este no es tu sitio.
¡Corre!
Musgo arrancado de la fuente de la Alameda
-
El día anterior al del extraño suceso, como cada año, se había iluminado de
manera extraordinaria la ciudad. No hubo un rincón que dejara de ser
color...
Hace 5 semanas
2 comentarios:
Escuche la rola, cosa que no acostumbro y que bien por que me gusto mucho!
Un besote!
Sabes que no eres
como pretenden que seas,
una atracción de circo.
Notable!
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