"Instrucciones para salvar el odio", de Ismael Serrano
De sus curvas que deslizan
entre manos negras
y calientes, de ceniza,
tu ser, tan curvo, tan blanco
tan cándido y tan inhumano
quizá un día estará.
Tu ser, que, tanto tiembla de frío
inocente, desnudo en la noche del calor
como hace temblar las almas
confiadas en la hora inesperada
de un frío sudor.
Tu ser: almohada y espada.
Y sabe que existe un rey destronado,
un ser encorvado, doblegado;
sin salud ni corona
que no sabe por qué te canta,
por qué te rima,
por que te entona.
Por qué por ti, su verso blanco abandona
y se traiciona,
ni por qué persigue
el más mínimo rastro de tu aroma.
Solo sabe que no te perdona.
Que ya no quiere ni tu trono
ni tu corona.
Ni ser las manos que deslizan
por tu espalda.
Ni la nuca en tu almohada,
ni el blanco de tu espada.
Musgo arrancado de la fuente de la Alameda
-
El día anterior al del extraño suceso, como cada año, se había iluminado de
manera extraordinaria la ciudad. No hubo un rincón que dejara de ser
color...
Hace 5 semanas
6 comentarios:
Tu ser lejos de mi ser, abandonado.
Muy bello
Gracias por la visita y el comentario.
uno que llega y dice..., entrañables palabras señor alises y sana envidia (si existe en realidad) desde la mirada de alguien que no ha podido vivir esos momentos con un hermano.
Jejeje! No le hacia yo por estos lares...
Solamente le indico una cosa. Los comentarios corresponden a la entrada de arriba y no a la de abajo, lo digo para que la próxima vez no se me confunda.
¿A que te parto la cara?
uno no que llega y dice..., comprendame señor alises que yo e internet no nos llevamos mu bien, am ! y otra cosa...hazloooooo tuuuuuu!!!!
PD: Porque pensaba usted que no me vería por estos lares???
vaya tus poemas hacen que sienta pena en el alma...tal vez es eso que llegó al alma..
un beso
Publicar un comentario