Llanto verde

sábado, 29 de agosto de 2009

"Boys don't cry", de The Cure



En la turbación de mi mente febril
veo llamas de escamas verdes
(color de esperanza y muerte).
Entonces un sueño dulce
y debilitador me toma.
Entonces recuerdo ese olor y el orbe
se convierte en tu aroma.

Estoy solo y tendido bajo tu mirada
dominante de amante arrepentida.
Pero tú no estás tendida
al sol de mis pupilas.

En ese momento
se me escapa una lágrima furtiva
que tu corazón esquiva
(y, pese a la distancia, lo siento).
Lo siento,
¡lo siento tanto que solo me quede el llanto!

Es el llanto de un espero
(eterno),
de un te quiero
(desconsolado),
de un dolor
(animado)
de un beso tierno
(y desinteresado).

Y sin embargo ahogado me encuentro.
Ahogado por mi propio llanto
que me clava al tormento
y me desclava
y cava un hoyo fúnebre
y lo cava
dentro del corazón
donde me muero
.

Las bicicletas son para el verano

sábado, 22 de agosto de 2009

"In the summer time", de Mungo Jerry





Supongo que, en este mundo estresante y veloz en el que vivimos, todos necesitamos una vía de escape cada cierto tiemo que nos haga renovarnos y tomar fuerzas para aguantar un asalto más del combate contra el tiempo.

Yo acabo de llegar de uno de estos bálsamos para el alma que me renueva verdaderamente todos los veranos, en un campamento situado en Chiclana de la Frontera, donde cada año se me regala mucho más de lo que trabajo. Allí disfruto de amigos de verdad, de personas auténticas, de experiencias y confidencias únicas, de canciones y juegos sencillos, de grandes reflexiones, de risas espontáneas y francas, de abrazos verdaderos, del cariño de gente que me quiere y de las puestas de sol más maravillosas que se puedan contemplar.


También es un paréntesis para el recuerdo, porque en aquellas playas pasé los mejores días de mis primeros años. Volver me hace recordar quién soy, de dónde vengo, cuales fueron mis sueños y hacia donde no tengo que dejar de mirar. La mayoría de ustedes no tendrán la oportunidad de conocer cuanto les cuento. Aún así tengan por seguro que allí se desarrolla una gran labor que no precisa del reconocimiento personal para que uno se sienta más que recompensado.

Disculpen la pequeña ausencia pero llegado el verano, me suelo dar una vuelta en bicicleta por los paisajes de mi infancia más feliz.

SMS

martes, 18 de agosto de 2009

"Good people", de Jack Johnson




Hoy que soy feliz, y aún me rebota un pájaro saltarín en la barriga. Hoy estoy feliz y no es por lo que te estás imaginando, o sí. Feliz como para cocinar mi cena favorita saltando y cantando a gritos una canción preciosa de Jack Johnson y que te recomiendo esuchar leyendo esto, feliz como para dar las gracias, voy a mandarte un sms. Para que veas que, aunque no todo lo a menudo que debiera, me acuerdo de ti.

De tu risa franca, de tus detalles que te hacen únic@. De que hemos compartido confidencias, juegos, canciones, fiestas, decepciones, dramas, días inolvidables, atardeceres, algún amanecer, días de playa, domingos de otoño, poemas, flores, besos, tiempo sin hablarnos... Es a ti a quien casi siempre llamo para pedirte un favor, sacarme de un apuro, contarte malos rollos, a quien he mandado un sms.

Hoy que soy feliz, libre y permeable, quiero compartirlo contigo, amig@. No es que te lo deba, no es por compensar, no, es de corazón. Motivos me sobran. ¿Te doy uno? Porque me lo pide el cuerpo. Porque las estrellas de Leo brillan.

Azúcar

sábado, 15 de agosto de 2009

"Sugar", de Louis Armstrong



Hoy he tenido un dulce sueño,
en él estaba preso.
La tela era de azúcar,

la araña era de fuego.

Hoy he tenido un dulce sueño.
La gruta era humedad y perlas.
Tu viento que me empujaba
hacia el letargo profundo,
hacia el abismo del sentido,
hacia el cénit del sentir.

Hoy he tenido un dulce sueño.
Andando los caminos
más certeros:
los escarpados deseos,
las escaladas de besos,
tus mares y tus desiertos.

Hoy he tenido un dulce sueño, lo sé,
pues todavía fresco lo recuerdo.
Y lo que más me ha endulzado
es que he soñado despierto.

Una roca

sábado, 1 de agosto de 2009

"Like a rolling stone", de Bob Dylan



Una roca.
Tan intocable, tan sola…
Que no sabe por qué flota en la nada,
que su existencia ignora.
Que no recuerda su naturaleza otrora
de estar a la tierra clavada.

Una roca en el vacío.
Ajena a su dureza,
a la altivez reposada contra la noche y el frío.

A su condición de ser duradero,
casi eterno, temible y altivo.

Una roca en el vacío inerte.
Que olvidó la contrapartida
de estar a la tierra asida.
De ser acantilado, monte, cordillera
o simple china de río.

Olvidó la sensación de ser consumida,
esa dulce erosión a la que fue sometida.
Desvanecerse poco a poco en el silbo del viento,
en el tronar de un rayo,
integrarse con ellos y deshacerse,
menguar, retorcerse y dar la vida.
Dejarse amar a puñaladas, malherida.

Una roca en el vacío inerte.
Una roca que no vive.
Una roca que no ama.

Una roca que olvida.